Las personas autistas o con síndrome de Asperger pueden experimentar sensibilidades sensoriales únicas que pueden hacer que ciertos estímulos o situaciones sean molestos o abrumadores. Estas sensibilidades pueden variar de una persona a otra, pero algunas de las cosas que comúnmente pueden molestar a las personas autistas incluyen:
Ruidos Fuertes o Inesperados
Los ruidos fuertes o inesperados pueden ser especialmente molestos para las personas autistas, ya que pueden ser percibidos como abrumadores o perturbadores. Estos pueden incluir ruidos repentinos como sirenas, bocinas de automóviles, o incluso el sonido de la puerta cerrándose bruscamente.
Luces Brillantes o Parpadeantes
Las luces brillantes o parpadeantes pueden ser una fuente de molestia para algunas personas autistas, ya que pueden ser percibidas como demasiado intensas o irritantes. Esto puede incluir luces fluorescentes brillantes, luces parpadeantes en lugares públicos, o incluso la luz solar directa en determinadas condiciones.
Texturas Desagradables o Restricciones en la Ropa
Algunas personas autistas pueden tener sensibilidades táctiles que las hacen especialmente sensibles a ciertas texturas de telas o materiales. Esto puede hacer que ciertas prendas de vestir sean incómodas o molestas de usar, lo que puede causar malestar o ansiedad. Además, algunas personas autistas pueden sentirse incómodas con ciertas restricciones en la ropa, como corbatas apretadas o collares ajustados.
Multitudes o Espacios Abarrotados
Las multitudes o los espacios abarrotados pueden ser abrumadores para algunas personas autistas debido a la sobrecarga sensorial que pueden experimentar en tales entornos. El ruido, el movimiento y la proximidad física de otras personas pueden ser demasiado estimulantes, lo que puede causar estrés o ansiedad.
Cambios Repentinos en la Rutina o el Entorno
Las personas autistas a menudo valoran la predictibilidad y la consistencia en su entorno y rutina diaria. Los cambios repentinos en la rutina o el entorno pueden ser desestabilizadores y perturbadores, lo que puede causar ansiedad o malestar. Esto puede incluir cambios en la programación diaria, reubicaciones o cambios en el mobiliario de la casa.
Conclusion
En resumen, las personas autistas o con síndrome de Asperger pueden experimentar sensibilidades sensoriales únicas que pueden hacer que ciertos estímulos o situaciones sean molestos o abrumadores. Al comprender mejor estas sensibilidades y brindar apoyo y comprensión, podemos ayudar a crear entornos más inclusivos y accesibles para todas las personas, independientemente de su neurodiversidad